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     La Pizarra Digital es la única herramienta tecnológica diseñada específicamente para la acción docente. Es una pantalla grande conectada a un ordenador y a un proyector. Permite anotar y dibujar sobre la pizarra y acepta formatos informáticos digitales y multimedia, incluida la conexión a Internet. Para los usuarios más expertos es conveniente contar también con Tablet PC.
 
     La pizarra digital es un buen recurso para los profesionales de la educación social en ámbitos como la educación de adultos o la formación laboral o en cualquier otro ámbito en el que se impartan contenidos en una “clase”. Facilita la incorporación de las TIC en los procesos formativos, siendo una transición relativamente fácil pasar de la pizarra tradicional a la digital. Entre otras cosas, aumenta la motivación de docente y discentes, aumenta las posibilidades de participación y colaboración, capacita para ser más creativos y se puede trabajar amplia variedad temática.
 
     Es muy importante a la hora de incorporar una pizarra digital en un aula, incluir formación para las personas que la van a utilizar, ya que así se podrá sacar todo el partido posible a la herramienta, utilizándola con una buena metodología.

La pizarra digital.

Recurso educativo del presente.

Puntos fuertes para

el Educador/a Social.

Recurso específico para educadores:

La PDI por sí sola no representa una fortaleza para un educador; es necesaria la combinación de las habilidades del docente para motivar a sus alumnos y el uso de la herramienta como tal. La utilidad y fortaleza pedagógica se materializa cuando el educador y sus alumnos disfrutan del uso de la misma en el momento de obtener y utilizar recursos y crear contenidos que se comparten en el aula o fuera de ella. Por medio de la PDI un educador puede tener la confianza de centrar su interacción con los alumnos con respecto a una infinidad de contenidos con un simple clic.“Lo más peculiar de la PDI es que permite que el docente pueda apoyarse en comportamientos tradicionales para presentar los contenidos principales de su área de contenidos y luego pasar a las actividades individuales y grupales de aprendizaje” (Gallego, Alonso. 2011: 269).

 

Aprendizaje colaborativo y pizarra interactiva:

Cuando se trabaja en grupo hay un intercambio de conocimiento y experiencias en potenciados por el feed-back entre integrantes del grupo: unos aprenden de otros en un ambiente de diversidad e interculturalidad, colaboración y organización. Esta actividad es muy motivadora y enriquecedora por medio de la pizarra digital interactiva.

Aprendizaje/trabajo colaborativo combinado con la pizarra digital crean un entorno educativo y social que incrementan la autoestima y la autonomía de los/as alumnos/as, la capacidad de interacción, autoconfianza y el autoconcepto positivo. Llegados a este punto, corroboramos la fortaleza que representa para la evolución continua de la labor profesional del educador o educadora.

 

Versatilidad y polifuncionalidad de las PDI:

Hablamos de una pluriherramienta educativa muy versátil que se adapta a los diferentes estilos docentes para la realización de actividades como por ejemplo compartir información, vídeo, imagen, consultar una web, archivos de sonido, comunicación on-line o actividades interactivas, entre muchas otras. Para este abanico de posibilidades, su manejo es sencillo para cualquier docente con una mínima competencia digital. Es una herramienta con potencialidad didáctica cuyo formato digital nos permite almacenar y reutilizar todo el material que empleamos en un momento dado, en otra situación o actividad, fomentando en los docentes y claro está, en los alumnos, la creatividad y la innovación. Todas estas posibilidades fortalecen la labor del educador/a al acercar más la actividad escolar a la realidad social vivida por un alumnado acostumbrado al manejo de las TIC en su vida diaria. Como educadores innovamos con el uso que hacemos de la PDI, no con el aporte de la PDI como tal.

Puntos débiles/mejorables

para el Educador/a Social.

Educador Vs Pizarra digital interactiva:

En cuanto a los aspectos metodológicos del proceso de enseñanza-aprendizaje, puede presentarse una significativa distancia entre las aptitudes y actitudes que los docentes deberían tener en un aula de clase, respecto de lo que realmente hacen en función de los intereses y necesidades de sus alumnos.

En relación a la PDI en la enseñanza, su eficacia pedagógica dependerá en buena medida de la creencia/conocimiento (actitud/aptitud) que tenga el educador o educadora respecto de esta herramienta; con quién, cuándo y cómo usarla para obtener unos resultados acordes con su desempeño profesional.

En este sentido, la debilidad para el profesional de la Educación Social radica en la falta de disposición para asumir y adaptarse al cambio en la mejoras de las prácticas docentes, esto es, adecuarse a las circunstancias y procurar para sí mismo y su calidad como educador una formación didáctica y tecnológica básica.

 

Consideraciones técnicas de la PDI que pueden afectar el desempeño de la labor docente:

Costos, daños, distorsión e interrupción de datos, fallos en el sistema de red eléctricos o electrónicos; son factores asociados al uso de las pizarras digitales interactivas que con las pizarras tradicionales y la tiza no se habían contemplado. Considerando estas dificultades en el ejercicio de las prácticas del Educador o educadora Social, se pueden suponer retrasos, cambios en los objetivos propuestos por el educador en un día específico de actividad escolar, provocar la desmotivación de sus alumnos, improvisaciones para impartir la clase, perder el ritmo de aprovechamiento de una sesión, etc. Sortear estos contratiempos, si los hubiere, depende en gran medida de las habilidades y capacidades del educador para salir airoso de tales situaciones.

 

Destrezas para utilizar la PDI:

Una pizarra digital requiere un uso adecuado y especializado aunque en primera instancia se diga que es sencilla de utilizar, para ello, es necesaria una formación que permita visualizar de forma holística lo que significa una PDI en lo instrumental, lo técnico, lo metodológico, multimedia, interactividad y creatividad. Dicha formación dependerá en gran medida de la disponibilidad del docente en diversos ámbitos: el tiempo, la motivación, el coste (suponiendo que el educador tuviese que asumir esa formación), la actitud abierta hacia las nuevas tecnologías, etc.

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